Álvaro Gómez Montalván, de 22 años, único hijo varón del docente, estudiaba cuarto año de banca y finanzas en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), era un estudiante como cualquier otro, tenía muchas metas, entre ellas independizarse para ayudar de esta manera a su padre, trabajaba en una zona franca de Masaya de lunes a viernes y estudiaba los fines de semana, pero una bala terminó con sus sueños.
"Mi hijo estudió toda su primaria en la Anexa Don Bosco y la secundaria en el Instituto Central Doctor Carlos Vega Bolaños. Como otros universitarios, primeramente estudió ingeniería en la UNI, pero se cambió a banca y finanza en la UNAN, además de estudios técnicos estaba trabajando y estudiando, iniciando a cumplir sus metas", comenta el enlutado padre.
Celebración del Día del Estudiante
El profesor de física y matemática recuerda que en años anteriores participaba de la conmemoración del Día del Estudiante en los centro educativos donde trabajó, cuya efeméride es en honor a 4 jóvenes universitarios asesinados en León, el 23 julio de 1959, por la dictadura somocista, quienes demandaban y exigían el respeto de sus derechos, lo mismo ocurrió en abril 2018, cuando los estudiantes se levantaron en apoyo de los jubilados.
"Yo participé en esas celebraciones en los colegios y universidades ,se hacían actividades alegres, los estudiantes son recordados con orgullo, por 4 estudiantes se celebra de esta manera. Nosotros no podemos permitir que se olvide el asesinato de los jóvenes estudiantes, por el régimen de Ortega que es más cruel que el de Somoza, no debemos olvidar su lucha, fueron más de 100 jóvenes estudiantes asesinados en las protestas iniciadas en abril 2018", dice el profesor Álvaro Gómez.
Para el exguerrillero sandinista la historia debe recordar el Día del Estudiante, sumando a los más de 100 estudiantes asesinados en abril 2018, además de exigir justicia por arrebatarles la vida sin ningún remordimiento.
El escenario de celebración del 23 de julio de este año es diferente, ya que hay centros educativos y universidades vacías por el Covid-19, mientras la autonomía universitaria está secretada por el partido de gobierno, lo que conllevó al exilio de centenares de estudiantes.
