En ese entonces diversos sectores en una sola voz lucharon para sacar a los presos de la cárcel. Un año después hay más de 100 presos de conciencia que luchan por una Nicaragua libre, entre los que se destacan al menos 15 reos políticos de Masaya, cuyas familias han alzado la voz por la liberación de sus seres queridos.
Estas valientes familias han denunciado el mal trato psicológico y físico, torturas, deterioro a la salud y los delitos orquestados para mantener tras las rejas a los autoconvocados. La única mujer de Masaya detenía es Karla Escobar, del barrio Fox, enfrentará juicio por tenencia de droga y armas; y quien ya estuvo presa por "terroristas".
Mientras Edward Lacayo "La Loba", es el reo político que más tiempo lleva preso, fue condenado a 15 años de cárcel por supuesto tráfico de droga, en la frontera de Peñas Blancas fue interceptado por el Ejército de Nicaragua quien lo entregó a la Policía. Dentro de la cárcel Modelo si vida ha estado en peligro al recibir amenazas y falta de atención médica.
Presos políticos de Masaya
Por su parte Mauricio Valencia, Gabriel Ramírez, Dennis Hernández, Samuel González y Ezequiel González es el quinteto condenados a más de seis años de cárcel por "tenencia o tirar" bombas de contacto, estos cinco reos políticos cumplen condena en el Sistema Penitenciario de Granada, mientras sus familiares reclaman el poco accionar de la oposición para sacarlos de la cárcel donde están injustamente.
"Cuando los demás presos estaban detenidos si lucharon por sacarlos, y ahora con estos pobres los han dejado en el olvido, ya no se hace nada por ellos no se hace la misma lucha porqué, tan inocentes fueron ellos (liberados) en su tiempo, igual de inocentes son nuestros presos y los han dejado ahí sin hacer nada, ni hacer la misma lucha de hace un año", afirma Gabriela Solórzano Somariba, prima del reo político Gabriel Ramírez.
Doña María Elena Palacios, madre del recién condenado por "tira bomba", Denis Javier Hernández Palacios, ha sido persistente en la exigencia de la liberación de su hijo, pero considera que las organizaciones de la oposición han dejado solas a las madres y demás familiares en esta lucha por la liberación de los presos políticos.
"Nosotros estamos firmes exigiendo la liberación de mi hijo y de los otros presos políticos, pero nos han dejado solas, pareciera que nuestros presos no cuentan, no valen, ellos son presos políticos también, no merecen que los dejen olvidados pagando por delitos que nunca cometieron", refuta la angustiada madre.
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Otro de los casos de injusta condena es el de Norlan cardenas, quien fue capturado desde el 30 de noviembre del año pasado, cuando la policía allanó su vivienda en busca de José Isaías Ugarte, alias "chavelo", quien fue abatido a tiros el primero de diciembre, camino viejo a Niquinohomo. Cardenas fue sentenciado a 26 años de cárcel por el homicidio frustrado de dos agentes policiales.
Uriel Pérez, originario de los Altos, del municipio de Níndiri, en el mes pasado estuvo hospitalizado en el hospital Alemán por problemas respiratorios, esta preso por tráfico de droga. Al igual que José Santos Sánchez, quien estuvo en dos ocasiones encarcelado y en su tercera captura es acusado de tráfico de estupefacientes, mismo delito que acusan a José Ángel González Escobar, originario de Monimbó, a estos tres presos políticos el 13 noviembre mediante allanamientos en sus viviendas se los llevaron apresados.
En los próximos días Wilfredo Brenes, opositor al gobierno, que pasó en tres ocasiones detenido, luego de su última captura, 30 de abril, enfrentará juicio por las acusaciones de tenencia de droga y armas. Hace algunos días su madre falleció esperando la libertad de su hijo. Brenes anteriormente esperaba juicio por la tenencia de supuestas armas de fuego, cuando en realidad llevaba agua a las madres de presos políticos que se encontraban en la iglesia San Miguel en huelga de hambre por la liberación de sus seres queridos.
Marvin Rodríguez, es la última víctima enjuiciada por el gobierno. En dos ocasiones fue arrestado por vincularlo a detonaciones de bombas de contacto, finalmente lo detuvieron hace unas semanas por tenencia de drogas y armas restringidas. Fue traslado a la Modelo donde espera su arbitrario juicio.
Los últimos reos de conciencia son acusados por delitos comunes a quienes la Policía, Fiscalía y Poder Judicial ha acusado y condenados, mientras sus familiares demandan la libertad e inocencia de los presos políticos, cuyas demandas de libertad han dejado de tocar la mesa de la pareja presidencial.
