Testigos informaron que el pequeño estaba jugando en el suelo mientras su progenitora lavaba ropa ocupando agua de la pileta ubicada en una parte alta.
En determinado momento, la madre se vio obligada a moverse a otro lado de la casa y cuando regresó, descubrió que el pequeño estaba sumergido en la pileta, sin lograr explicarse cómo hizo para subir a la parte alta y caer al agua.
Con la esperanza de salvarle la vida, la mujer trasladó al pequeño de emergencia al centro de salud Carlos Rugama, del reparto Schick, en donde el personal médico de turno solo confirmó que ya no tenía los signos vitales.
Al lugar también se hicieron presentes agentes de la Policía Nacional, para iniciar las investigaciones en torno al lamentable suceso.