La Fiscalía demostró que el hombre violó en reiteradas ocasiones a la menor desde el 2017; cuando ella tenía 10 años, hasta abril de 2022.
El Ministerio Público presentó en el juicio la prueba de ADN, con la que se confirmó que el delincuente es el padre biológico de la criatura.
El juez Carlos Espinoza, especializado en violencia, además ordenó la pérdida de autoridad parental a la madre de la niña, porque una tía de la menor le alertó de lo que estaba ocurriendo, pero a ella no le importó.
El judicial aclaró que al perder la autoridad parental no la eximen de la obligación de brindarles alimentos.