Según declaraciones de algunos vecinos, hace 6 meses la pareja se separó, pero el femicida no lo aceptaba, así que en varias ocasiones pidió a la víctima que le diera una nueva oportunidad para estar juntos.
Este sábado, el hombre, de oficio vigilante, llegó nuevamente a la casa de la señora Cárcamo para pedirle que regresaran y al obtener una vez más un no como respuesta, decidió matarla.
El hombre al parecer había salido de turno en su trabajo, porque en una mochila llevaba la camisa del uniforme de vigilante y la gorra de la empresa para la cual laboraba.
Hasta el momento se desconoce si el arma con la que cometió el femicidio y posteriormente se suicidó era de su propiedad o se trataba del arma de reglamento asignada para que cumpliera sus funciones. Esta última hipótesis es poco probable, porque todo guarda entrega el arma a quien lo releva, salvo que este hombre haya abandonado su centro de trabajo.
La familia completa de la víctima presenció el femicidio
Hasta la humilde vivienda llegaron peritos de la Policía Nacional y médicos forenses para levantar los cuerpos, depositarlos en bolsas y trasladarlos al Instituto de Medicina Legal.
La mujer asesinada deja cuatro cinco hijos en la orfandad y al momento de su trágicamente muerte estaba con su mamá, su papá y sus hermanos.
Según relató doña Juana Cárcamo, madre de la víctima, a un medio de circulación nacional, el hombre llegó a la casa y comenzó a discutir con Mercedes, de pronto sacó su pistola y disparó contra la mujer indefensa.
Asimismo, reveló que su esposo, padre de Mercedes, intervino en la discusión en defensa de su hija, pero no pudo evitar que la mataran y resultó con golpes en la cabeza, por lo que ameritó que lo trasladaran al hospitalito de Ciudad Sandino.