A Guerrero Echeverry se le sentenció a un total de 44 años de cárcel por el parricidio y seis años más por el delito de robo agravado, en tanto a Nidia Patricia Quintana, su pareja, la condenaron a 58 años de cárcel por el asesinato agravado de la pareja de ancianos, más seis por robo agravado.
“Todas las penas impuestas a Adrián José Guerrero Echeverry ascienden a 50 años de prisión, sin embargo, la normativa constitucional establece que no se impondrán pena o penas que aisladamente o en conjunto duren más 30 años”, explicó la jueza.
En el caso de Nidia Patricia Quintana, pese a que sumó 64 años de cárcel, también deberá cumplir la pena máxima establecida en la Constitución Política, que es de 30 años.
“Los procesados admitieron haber utilizado un tubo para golpear a sus víctimas, lesionarlas y posteriormente asfixiarlas, lo cual constituye una conducta dolosa por la capacidad de lesionar y poner en peligro bienes jurídicos como la vida, la libertad”, expresó la jueza Cardoza Bravo durante la lectura de la sentencia.
Hechos
La acusación del Ministerio Público indica que el día del crimen los procesados desconectaron las cámaras de seguridad instaladas en el cuarto de Echeverry, ubicado en Residencial Altamira, en Managua.
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Posteriormente Guerrero, valiéndose de su condición física (no puede caminar), llamó hasta su cuarto a su padre y cuando este ingresó, la acusada le propinó un golpe con un tubo metálico en la frente al anciano, quien cayó al suelo y forcejeó con la mujer, que le provocó varias lesiones en el brazo izquierdo.
Luego, la pareja hizo lo mismo con la anciana y una vez que los habían doblegado, ambos ancianos fueron atados de manos y metidos a un ropero, donde murieron.
