El artesano leonés explicó que desde la explosión de la crisis sociopolítica en abril —que hasta la fecha ha dejado 325 muertos confirmados, 777 presos políticos y miles de heridos— efectivos de la Policía dirigidos por el comisionado mayor Domínguez Álvarez, han ingresado a su propiedad sin orden de allanamiento para amenazarlo de muerte.
“Ya es demasiado, él hace lo que quiere porque dice que él manda. Cuando viene comienza a señalarme, me dice que me va a matar, que soy un delincuente, un tranquista”, explicó Rugama Calero. “Mi único delito es haber andado en las marchas. Yo le dije que voy a seguir protestando. Él se enojó y me metió tres pijazos en el pecho, me dijo ‘nadie te ha dado permiso de que hablés, ya te digo, andate con cuidado’. Después se fue”, narró el señor de 68 años.
Rugama Calero señaló que Domínguez Álvarez ha sembrado el terror en el departamento de León y que se ha dedicado a capturar y asediar a otros ciudadanos que al igual que él, han participado en las marchas pacíficas que exigen la renuncia de Daniel Ortega. Algunos han cedido y se han marchado de sus casas, sin embargo, Rugama expresó que con él no lograran su cometido.
“Él quiere que yo me vaya, que salga de mi casa, pero no lo voy a hacer, y si volvemos a marchar, voy a estar ahí. Yo responsabilizo al comisionado Domínguez y al Gobierno por cualquier cosa que me suceda a mí y toda mi familia”, indicó el afectado.
Luego de amenazar de muerte a Rugama Calero, el jefe policial de León, se dirigió a la casa del exdiputado opositor José Pallais. El comisionado mayor Domínguez Álvarez no encontró al abogado constitucionalista, y según cuenta el afectado, los agentes golpearon a su esposa y la amenazaron.
“El comisionado Fidel Domínguez dijo que me llegaba a detener por golpista. Mi esposa le pidió explicaciones. Él la agarró a la fuerza y la golpeó de manera violenta”, relató a los medios de comunicación Pallais, quien es miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, en el diálogo nacional.
El Confidencial