Benito Agustín Díaz, cumpliría 100 años de vida este próximo 24 de mayo.
“El hermano Benito” -así lo llaman de cariño los leoneses-, tenía 70 años de estar en Nicaragua y desde que llegó al país, a la edad de 20 años, se ganó el corazón de los alumnos de La Salle por sus consejos y apoyo en los estudios en la fe.
“El hermano Benito” es de origen español, pero desde que llegó a Nicaragua se enamoró de su cultura y sus tradiciones, por lo que decidió convivir con sus hermanos Lasallistas y no retornar a la patria que lo vio nacer.
A los 16 años de edad, decidió ingresar a la congregación de los Hermanos de Escuelas Cristianas. En el año 1945, se integró al colegio Beato Salomón, ubicado en el departamento de León. Estando en Nicaragua, estudió farmacia y química en la Universidad Nacional Autónoma (UNAN) de León.
“En el año de 1949 hizo su consagración definitiva como miembro de la congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en donde llevó una vida muy recta y de servicio por los más necesitados”, detalla un Lasallista que fue consultado para este reporte periodístico.
Estudió en la UCA
Benito Agustín Díaz se destacó por sus numerosos estudios. En los años de 1950, estudió Psicología en la Universidad Centroamericana (UCA) en Managua. Al concluir su pénsum, realizó su tesis sobre la juventud del departamento de León, en donde destacó el aporte de estos al desarrollo económico de la ciudad.
Posteriormente, viajó a Panamá para completar sus estudios de química, una carrera que le apasionaba desde que era niño, destacan quienes lo conocieron.
Por más de 50 años, el “hermano Benito” prestó sus servicios a la juventud de Colombia, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. “La mayor parte de sus años ha pasado sirviendo a la juventud nicaragüense en el municipio de Diriamba, en el departamento de Carazo. También prestó sus servicios a la juventud de Managua y León”, añade el religioso.
Los leoneses recuerdan tantas obras de caridad que realizó el hermano Benito, que para ellos no alcanzan las palabras para mostrar su agradecimiento a un hombre a quien le deben su formación.
“Nos duele lo que sufrió “El hermano Benito”, a él lo querían sacar del país junto con los otros hermanos Lasallistas. Él estaba bien enfermo y ya andaba en silla de ruedas, pero a pesar de sus dolencias, siempre nos daba palabras de aliento en estos tiempos difíciles que vive el país, principalmente la Iglesia Católica en Nicaragua”, señala bajo anonimato un poblador de León, quien fue formado por el hermano Benito Díaz.
Muy enfermo
De acuerdo con algunos Lasallistas consultados al respecto, la salud de su máximo hermano en la fe en Nicaragua, comenzó a desmejorar su salud a raíz de la persecución del régimen en contra de la Iglesia Católica y por la presión en contra de los colegios, a quien el régimen amenaza con confiscar.
“Cuando comenzaron los arrestos de los sacerdotes y las confiscaciones a la Iglesia Católica, él se entristeció. Cuando amenazaron a los colegios de La Salle con confiscarlos, desmejoró mucho a tal punto que una enfermera estaba de forma permanente a su lado”, confió el Lasallista.
El religioso falleció en una clínica privada en la ciudad de León y su cuerpo será sepultado en este departamento, agregó el religioso.
Baleado en 1979
El 15 de febrero del año 1979, a las puertas del triunfo de la revolución sandinista, “el hermano Benito”, en ese entonces de 54 años de edad, fue baleado por miembros de la Guardia Nacional por defender a los jóvenes que eran reprimidos por la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.
Tras conocer su estado de salud, los leoneses temieron que el religioso, a quien ellos le deben tanto y lo consideran parte de sus familias, temieron por su vida.
Una vez que sobrevivió al atentado, se dedicó a escribir la historia de los Hermanos en Nicaragua, escritos que el Colegio La Salle resguarda como un tesoro.
De reconocida trayectoria
El 13 de junio del año 2013, el religioso recibió la Medalla de Honor de manos del diputado sandinista René Núñez Téllez, entonces presidente de la Asamblea Nacional, quien reconoció la trayectoria y la labor de los Lasallistas en el país.
En ese entonces, la Asamblea Nacional realizó una Sesión Especial, en conmemoración del centenario del arribo a Nicaragua de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de La Salle.
Durante su discurso, “el hermano Benito”, hizo una reseña desde la llegada al país de la congregación de La Salle en 1913, con la creación de la Escuela Normal, y los primeros maestros graduados, hasta 1933 con la apertura de otros centros educativos, en los barrios Monseñor Lezcano y La Fuente en Managua, así como en la ciudad de León.
