El muchacho identificado con los apellidos Salazar Corea, fue encontrado por sus familiares en la sala de la vivienda de su suegra, donde había llegado a dormir tomado de licor y llorando porque al parecer tenía problemas con su progenitor.
Salazar Corea tenía tres meses de haber salido de prisión y una vez por semana se presentaba a firmar la ficha de control de detención bajo la condición de casa por cárcel.