Extraoficialmente se conoció que el niño metió la cabeza en la abertura de un mecate que terminó asfixiándolo.
El hermano mayor del ahora occiso relató que ambos fueron a comprar tortillas pero un amiguito lo llamó, y dejó al pequeño solo por unos minutos.
Al parecer, en ese instante, el menor se puso a jugar en el patio de la tortillería donde está amarrada una hamaca y ocurrió la fatalidad.
Con intenciones de salvarle la vida, el infante fue llevado al hospital Oscar Danilo Rosales, de León, donde los médicos confirmaron que no tenía signos vitales.