Harold Sandino era considerado un hombre brillante y amante del arte con gran pasión por los objetos antiguos. A inicios de la década de los años de 1990 tuvo la idea de fundar un anticuario en la ciudad de Granada. Su primera compra fue un ropero de tres cuerpos con un aproximado de doscientos años de historia.
“Mi hermano, que era un hombre muy talentoso, una vez nos dijo: ‘voy a limpiar las bodegas de Granada’, recuerdo que inició comprando un ropero de tres puertas que llevaba un hermoso espejo al centro y al poco tiempo fundó uno de los anticuario más grande del país con más de mil piezas antiguas que reúnen cerca de doscientos años de historia”, relata Felicia Sandino, quien hoy sigue el legado de su hermano.
El museo anticuario es uno de los mayores testigos de la historia, al guardar piezas antiquísimas, como una vitrola de mármol de Carrara que es muy apreciada por su blancura y tonalidades azuladas. También conserva roperos de tres puertas estilo Luis XV y una colección sacra de imágenes religiosas talladas en maderas.
El visitante podrá encontrar un sinnúmero de piezas antiguas y curiosas, como bacinicas de porcelanas que muchas familias las compran para sembrar las plantas de sus jardines, también radios antiguos de tubos y hasta clavos de la vía férrea del antiguo ferrocarril.
Felicia Sandino destacó que el museo anticuario se ubica en uno de los edificios con mayor historia de la ciudad de Granada, donde en los años de 1800 se fundó el Colegio Centroamérica en las inmediaciones de la iglesia Xalteva.
Dentro de las piezas que mayor demandan los clientes del anticuario son los muebles, como mesas, sillas y hasta puertas clásicas que se mantienen en buen estado.
“Muchas familias que construyen sus casa en Granada, Managua y San Juan del Sur, quieren revestir su hogar con un toque de elegancia de lo antiguo y vienen a comprarnos espejos y hasta mesas de noche, tenemos muchos clientes nacionales y extranjero”, relató Lino Dávila guía del museo y anticuario.
Restauran piezas
Felicia Sandino recuerda que en los años 40, un señor de origen hondureño fundó en calle La Calzada uno de los primeros anticuarios de la ciudad de Granada y al fallecer dejó en su bodega una imagen en madera de la virgen de la Merced de tres metros de largo, luego Felicia la compró a los dueños del inmueble, para exhibirla en el anticuario, donde logró venderla en diez mil dólares a un coleccionista privado del país, pero asegura que hoy el precio de esta pieza puede alcanzar los cien mil dólares.
El anticuario tiene amplios salones y corredores con más de dos mil metros cuadrados de construcción, donde se exhiben y venden las piezas antiguas que logran comprar, el tours en la historia lo podrá realizar de manera minuciosa en media hora, para observar bicicletas, máquinas de escribir y hasta trastes antiguos.
En este local trabajan alrededor de 20 personas en labores de compra, comercialización de piezas y restauración de muebles antiguos. Sus propietarios destacan que no compran piezas precolombinas por ser patrimonio de la nación.