La mujer ahora enfrentará un juicio por falso testimonio. Rivas Hernández dijo a la Policía que el golpe que recibió en la nariz fue accidental y no se lo propinó el sacerdote.
Según la denuncia interpuesta en el Juzgado Segundo Penal de Granada este 21 de junio y admitida por este mismo, Rivas Hernández cometió el delito en perjuicio de la administración de justicia del Estado de Nicaragua.
La jueza María José Zapata Morales admitió la prisión preventiva porque a su criterio el delito es un hecho punible «que merece la pena privativa de libertad de encontrarse con responsabilidad penal», por otro lado menciona que la acusación tiene los elementos de convicción suficientes y es «razonable» que pueda evadir la justicia.
La medida judicial se conoce unos días después de que la mujer dijera ante la Fiscalía que el golpe que el sacerdote le propinó con un candado la noche del 30 de mayo, cuando se dirigían al portón de la iglesia, fue accidental.
«Yo me opuse a poner denuncia, ya que yo no me siento agredida, fue accidental y por eso no firmé denuncia alguna», refirió Rivas. La declaración trascendió durante el anticipo de pruebas que se realizó ante la jueza María Graciela Monterrey Vélez, del Juzgado de Distrito Penal de Adolescentes y Especializado en Violencia de Granada.