Según los afectados, este tipo de actividad no permite correr con facilidad la poca agua que contiene el riachuelo y por tanto los animales, principalmente el ganado, no tienen donde poder calmar la sed.
De acuerdo a los lugareños, tanto las represas como los motores succionadores de agua, están siendo utilizados por algunas personas que se están dedicando al cultivo de hortaliza en la ribera del río de Isiquí.
Los afectados esperan que las autoridades como de la alcaldía, MARENA y demás instituciones encargadas de velar por el buen uso de los recursos naturales, se presenten al lugar para buscarle una solución el problema lo más pronto posible.
La Primerísima