A sus 73 años de edad murió el reconocido y apreciado docente esteliano Jairo Toruño, quien dejó huella en muchos corazones. Se destacó en muchas facetas, una de esas fue la docencia, pero ésta no fue la única, ya que también fue promotor de diversas obras sociales, vendedor de exquisitos postres, escritor de poesía, amante de la lectura y un excelente padre de familia.
Cuando el profesor Jairo se jubiló, le fue asignada una raquítica pensión, por lo que decidió seguir luchando y emprendió la elaboración y venta de sabrosos postres, los cuales, a pesar de su avanzada edad salía a vender en la ciudad. En sus últimos años ya no recorría las calles, sino que permanecía con una canasta en la entrada de supermercados como La Colonia y Las Segovias.
Las ganancias de su venta de postres, no sólo las utilizaba para su sustento, sino también para emprender obras sociales, entre esas el apoyo a personas enfermas, a niños sin hogar, a madres solteras, alimentos para personas vulnerables en Navidad, piñatas para niños de bajos recursos económicos y la habilitación de un comedor infantil.
Mientras tanto, su alma de poeta lo llevó a escribir diversos poemas a lo largo de su vida, varios de ellos los recopiló en un poemario titulado: “Sueños e Ilusiones de Amor”, el cual no pudo ser publicado ni puesto a la venta, debido a sus pocos recursos económicos.
Algunos de los 31 poemas incluidos en su libro fueron: Calles del Recuerdo, Fantasía, La Dulce Esperanza, Poder Amar, Sueño de Amor y Profunda Pena.
El deterioro de su salud
La salud del profesor Jairo se vio afectada por padecimientos crónicos como: diabetes mellitus tipo dos e hipertensión arterial. Su situación empeoró al formarse un tumor maligno en su riñón derecho, por lo que en ese momento tuvo que suspender su venta de postres. A su avanzada edad fue intervenido quirúrgicamente, para ello requirió el apoyo de familiares y personas solidarias, que le ayudaron a cubrir los gastos para practicarse la cirugía en Managua.
El procedimiento quirúrgico fue exitoso y lograron extraer el tumor maligno. Sin embargo, meses después se le formó otro tumor en el mismo riñón, ésta vez la cirugía era más riesgosa, por lo que siguió luchando por su vida con diversos tratamientos. Después se enfrentó al Covid 19 y lo superó. En medio de sus complicaciones, su solidaridad no se apagó y continuaba ayudando a personas vulnerables. No obstante, sus enfermedades no dieron tregua y falleció el pasado sábado 8 de enero en casa de su hija, ya que prefirió no ir al hospital.
Recordarlo como El Gran Maestro
Para Roberto Santiago Irías Urbina, tío del profesor Jairo, “él fue un maestro en todo el sentido de la palabra, puesto que no sólo enseñó en las aulas, sino también en diversas responsabilidades que tuvo, y las personas lo recuerdan por esa capacidad humana, la capacidad de enseñanza, la honestidad, la humildad, la honradez”.
Roberto Santiago también dice que el profesor Jairo “fue un hombre muy esforzado, que siempre luchó, el emprendedurismo lo vimos en él. Nunca se dejó vencer por las adversidades, y todos sabemos la calidad humana de él”.
“A mí me gustaría que sea recordado en su faceta de hombre completo, porque la que más conocen es la de profesor, pero Jairo era un hombre completo; un buen padre de familia, un excelente profesor, altruista. A mí me parece que la gente lo debería recordar como El Gran Profesor, que formó a muchos profesionales, escribió poesía, un incansable lector, tenía un acervo cultural muy importante, por lo que debemos recordarlo como El Gran Profesor”, expresó el familiar.
Mientras tanto, Liz Castillo, nuera del profesor Jairo, manifestó que lo recuerda como “una persona carismática, amigable, sociable, le gustaba mucho platicar sus anécdotas. En sus tiempos de juventud quiso ser sacerdote, también quería ser médico, pero por diversas circunstancias se dedicó a la docencia, él era licenciado en Ciencias Sociales. Fue una persona servicial, que se preocupaba por los más vulnerables. Siempre ayudaba al prójimo, él me decía yo no tengo dinero, pero en algo siento que colaboro”.
La última obra de solidaridad impulsada por el profesor Jairo Toruño fueron dos entregas de cenas con motivo de Navidad, la primera entrega la realizó en la emisora Radio ABC Stereo, en donde invitó a varias personas vulnerables para donarles pollos enteros al pastor y gaseosas. La segunda entrega la llevó a cabo el 24 de diciembre en las calles, favoreciendo a niños sin hogar.
¡Descansa en paz el maestro, poeta, altruista y amigo, Jairo Abraham Toruño Moreno!
