La lechuga, repollo, papas, tomates, cebollas y otros productos de alto consumo en el hogar, han experimentado aumentos significativos en el Mercado Central de Juigalpa lo que está afectando el presupuesto familiar de los chontaleños
El comerciante de frutas, verduras y legumbres, Luis Galeano, manifestó, que el aumento de precio obedece a los constantes aguaceros en las zonas donde se cultivan las hortalizas y algunas de ellas son muy vulnerables al exceso de lluvia.
Los incrementos seguirán en junio
Desde el lunes 6 de junio la libra de tomate se compra en 22 y 25 córdobas, la papa no se quedó atrás y se cotiza entre 20, 22 y hasta 25. La cebolla se ubica en 20 la libra y la morada con facilidad llega a los 30, lo que ha generado preocupación en las amas de casas.
Galeano reaccionó asombrado ante el elevado precio que ha alcanzado la lechuga, que muchas personas la utilizan para adornar sus ensaladas. Hasta la última semana de mayo su precio oscilaba entre 13 y 15 córdobas, en la actualidad su valor es de 35 y en algunos casos se encuentra hasta los 40 córdobas.
“Estoy seguro que en junio vamos a tener el mismo problema con el precio de la lechuga, creo que se estaría estabilizando a mediados de julio, pero también nos afectará el precio de la zanahoria que viene silenciosamente aumentando su valor desde semanas anteriores”, afirmó Galeano.
El repollo llegó a los 45 córdobas
Dependiendo el tamaño la libra de zanahoria se ubica en los tramos del Mercado Central de Juigalpa en 20 córdobas, mientras el precio del repollo pasó de 25 a 45 córdobas. “La verdad es que hay varios productos que aumentaron más de 10 córdobas”, reveló el comerciante.
“A mí no me gusta mentirles a mis clientes y ya les dije que a mediados o finales de junio el repollo lo podemos comprar hasta en cincuenta córdobas. Imagínate, el chayote que lo vendíamos entre 7 y 8 córdobas ahora la gente lo está comprando hasta en 15 córdobas”, informó don Luis Galeano.
Nuevos precios generan preocupación
El aumento de precios preocupa a las dueñas de fritangas, comedores populares e incluso a los propietarios de restaurantes que deben buscar la manera de hacerle frente a las alzas, por ejemplo, al nuevo precio de la lechuga, producto indispensable para las ensaladas de los platillos a la carta.
Consultada la propietaria de una fritanga recién inaugurada en Juigalpa, que habló preservando su identidad, expuso que a diario encuentran en el mercado nuevos precios y eso les obliga a reducir las porciones de tomates en las ensaladas que degustan los clientes con un servicio de carne asada de res, cerdo o pollo.
“Todo está caro, el repollo, el tomate y otros productos necesarios en nuestra fritanga, como la carne de res, cerdo y ya no se diga el pollo. A diario hacemos maravillas para mantener el precio del servicio de comida, porque si uno le aumenta, inmediata la clientela se va a otro lado”, declaró la joven fritanguera.
