El hecho que para muchos es un acto satánico se dio cuando el señalado se introdujo a la iglesia y no solo tiró al piso el sagrario donde permanece el copón con las hostias consagras, sino que el hombre se hirió para luego escribir su nombre con sangre en una de las paredes del templo.
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Por otro lado, queda claro que la intención era solo profanar el templo, porque Centeno no robó nada del lugar.
Según la información que circula en las redes sociales de diversas parroquias, el sacerdote dio aviso a las autoridades policiales, cuyos agentes pudieron capturar al profanador cuando circulaba con total tranquilidad por las calles de La Libertad.
El hombre que ya está detenido manifestó que entró a la iglesia bajo los efectos del licor y se excusó diciendo que no sabía lo que estaba haciendo, sin embargo, esa postura es poco creíble porque utilizó desarmadores para desmontar el sagrario del altar y tirarlo al revés al piso de la capilla.
Por otro lado, no solo escribió su nombre completo con sangre, sino que lo primero que escribió es 666, el llamado número de satanás.
En abril profanaron otra iglesia
Cabe señalar que el 13 de abril de este 2020, se produjo la profanación de otro templo en Mateare, noticia que se conoció en la cuenta de Facebook de la parroquia Nuestra Señora de La Merced, del municipio de Mateare.
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En el post denunciaron actos "sacrílegos" de parte de desconocidos que ingresaron al templo para profanarlo salpicándolo de pintura en varias paredes, quebraron imágenes y las pusieron de cabeza, en un acto claramente de contrariedad para la iglesia católica.
Los hechos se dieron en la capilla La Concepción, de la comunidad de Los Brasiles.