La situación, que comenzó con la esperanza de un rescate rápido, se ha vuelto cada vez más compleja debido al agotamiento de los rescatistas y las condiciones del terreno, lo cual ha retrasado el avance de las operaciones. A pesar de ello, el equipo de rescate, conformado por bomberos, miembros de la policía, socorristas y mineros de la zona, sigue luchando contra el tiempo, impulsado por la fe de hallar a Ordoñez con vida.
La mina, conocida por sus peligrosas condiciones y sus estrechos túneles, representa un reto mayor para los rescatistas, quienes deben sortear cada metro bajo riesgo. Las labores han requerido de maquinaria pesada para retirar escombros, mientras que otros voluntarios, que conocen los caminos internos de la mina, han contribuido a organizar la búsqueda en áreas críticas.
Familiares de José Santos Ordoñez Huete permanecen en las cercanías de la mina, esperando noticias alentadoras. Con el apoyo de la comunidad, las esperanzas se mantienen firmes, aunque el paso de las horas incrementa la preocupación.
Las autoridades locales han solicitado colaboración adicional de equipos especializados en rescate de minas, esperando que la respuesta rápida permita agilizar el proceso y aumentar las posibilidades de éxito en la misión de rescate.
La comunidad de Villanueva continúa en vigilia, mientras el esfuerzo colectivo de los rescatistas persiste, reflejando la resiliencia y la solidaridad de un pueblo que no pierde la esperanza.
