Pobladores de Chinandega se quejan de que la comuna no ha reforestado la zona donde amplió la carretera de cuatro carriles que va a esa localidad. “Hablamos de 10 kilómetros deforestados”, dice un ecólogo local.
En el proyecto se estableció un total de 32 mil metros de engramado y la siembra de 11 mil 400 arbolitos. Hasta hoy no se observa reforestación alguna. Los últimos árboles de malinche, sembrados en 1955 y de guanacastes negros (uno de esto era legendario en la entrada a la ciudad) fueron arrasados por la maquinaria que dejó como desierto la zona.
Con el proyecto finalizado el pasado 31 de julio, es la Dirección de Medio Ambiente Municipal quién debe estar al tanto de cumplir esa última fase, pero nada de eso se ha visto en las cuatro rotondas y pasos peatonales construidos de piedra volcánica con basalto. “Lo que puede crecer ahí es el cactus”, critica el ecólogo.
Vecinos del Reparto Estela y Jirón Pallaviccini, confirmaron que aún no se observa que completen la sección de parqueo y ornato con la reforestación de especies nativas, en andenes y áreas verdes de las cuatro rotondas.
Zona caliente
Según el discurso de inauguración se construyeron 5 mil metros de andenes peatonales, 8 bahías de buses y más de 750 accesos a viviendas y negocios, 62 mil metros de señalización horizontal y más de 100 señales de tránsito.
Más de 133 mil pobladores según el gobierno resultan beneficiados con la salida de la producción y el movimiento oportuno y tránsito de la industria local. Pero sin árboles en la zona, la temperatura oscila entre 36, 37 y 38 grados en los meses calientes por lo que la falta de árboles elevará aún más los puntos de calor en esta localidad.
Los peatones sufren insolación si caminan más de kilómetro y medio sin sombra en la vía. Por otra parte, las especies nativas; laureles, guanacastes, cedros, genizaros; cada vez son menos en estas tierras fértiles del occidente del país.
