Un total de seis jóvenes que buscaban pepitas de oro en el interior de la mina “El Quemado” quedaron soterrados, tras registrarse un derrumbe en una de las laderas del cerro El Becerro, en el municipio de Villanueva, departamento de Chinandega.
El desmoronamiento fatal se registró minutos después de la 1:30 de la tarde de este martes, cuando un grupo de seis güiriseros, la mayoría jóvenes, perforaban en las profundidades de la frágil montaña para extraer el mineral precioso. Los habitantes de la zona, informaron que las primeras lluvias han dejado vulnerable el sector.
El derrumbe soterró a seis mineros identificados con los nombres de Eduardo Benavidez de 38 años, Jairo José Escalante de 20, Jesús Alberto Gómez de 25, Luis Armando Martínez de 32, Elier Barrera de 33 y Melvin Mairena de 30. En horas de la tarde, gracias al esfuerzo de los cuerpos de rescate, se lograron sacar con vida a tres de ellos.
Entre los sobrevivientes estaba Jesús Alberto Gómez, un joven de 25 años, quien había llegado a “El Quemado'' en busca de trabajo, a pesar que en este lugar no cuentan con medidas de protección, condiciones laborales, seguro social ni garantías de sobrevivencia en un accidente como el ocurrido la tarde de este martes.
“Aquí se realiza cambio de turno cada seis horas y el equipo que quedó soterrado ingresó a las 12:00 del mediodía. Al parecer la lluvia aflojó toda la falda de la cumbre y se vino abajo, sólo se escuchó el estruendo”, manifestó uno de los mineros.
“Este tipo de tragedia nos afecta a todos porque esto es un fracaso para todo el pueblo de Villanueva, porque no pudimos rescatarlos a todos”, indicó el minero artesanal Victorino Martínez.
“En este trabajo se puede llegar a ganar entre 200 o 300 córdobas diarios, no se cuenta con seguro social ni equipos de protección, pero por la necesidad hay que arriesgarse”, dijo otro minero artesanal, conocidos en la localidad como güiriseros.
La emergencia movilizó a los equipos de rescates de los bomberos, Defensa Civil y una brigada de médicos para atender a los mineros que, con el apoyo de una excavadora, lograron rescatar con vida a tres de ellos: Elier Barrera, (33), Jesús Alberto Gómez (25) y Luis Armando Martínez (32), quienes fueron trasladados con heridas y con problemas respiratorios al nuevo Hospital Dr. Mauricio Abdala. Uno de ellos logró alertar a las autoridades que tres güiriseros más se encontraban soterrados pero que uno había fallecido durante el derrumbe.
La multitud que llegó al lugar no sólo exponía innecesariamente sus vidas, sino también atrasaba las tareas de rescates en la zona baja donde se trabajaba con el apoyo de excavadoras para realizar la extracción del barro y rescatar al resto de mineros que aún permanecían dentro de una galería.
Autoridades locales informaron que uno de los güiriseros atrapado en la mina, lamentablemente, fue encontrado muerto y corresponde al nombre de Eduardo Benavidez, que habitaba en el municipio de Villanueva.
Mientras familiares de Jairo José Escalante (20) y Melvin Mairena (30) permanecieron angustiados en la zona de la tragedia con la esperanza que sean rescatados con vida, pero la lluvia que caía en el atardecer evitó continuar con las tareas de búsqueda y rescate de los dos güiriseros.
De último momento miembros de los bomberos y la Defensa Civil, informaron que retomaron las labores de rescate en horas de la mañana. Recuperando el cuerpo sin vida de Melvin Mairena y quedando aún desaparecido el joven Jairo José Escalante.
Otros sucesos similares
En esta mina ya se han reportado tragedias similares en años anteriores. Un promedio de 10 güiriseros han muerto desde el 2012 por deslizamientos de tierra en las minas artesanales de este municipio.
El último suceso similar ocurrió el pasado 19 de diciembre del 2021 cuando dos mineros, un joven de 23 años y un adolescente de 13, murieron soterrados en la mina La Paloma, Pajuil, sector La Chorrera – Villanueva.
A pesar del alto riesgo de esta zona, principalmente en la época de invierno, el gobierno municipal y el Ministerio del Trabajo (MITRAB) no detiene la extracción del material en estas minas, administradas por cooperativa de mineros artesanales, que no cumplen con medidas de seguridad y protección para los güiriseros, quienes se rehúsan a abandonar este lugar porque les permite llevar el sustento a sus familias y por considerar que es la única alternativa como “fuente de trabajo” que tiene el municipio que registra un alto índice de pobreza, desempleo y migración forzada desde el 2018.
