Centenares de Católicos acompañaron otro año por las calles de Chinandega a Jesús Sacramentado, una devoción que se ha mantenido con mucha tradición y está próxima a cumplir 100 años.
En esta actividad religiosa, en la que hay presencia de comunidades de todas las parroquias del municipio, predomina las vestimenta de color blanco entre los participantes, símbolo de pureza de Jesús en la sagrada hostia.
Las campanas y el incienso, anuncian la llegada de la imagen de Jesús Sacramentado, que recorre las principales calles de la ciudad, como una forma de bendición a cada barrio.
"Al comulgar, alimentamos nuestras almas, pero también la de los que no comparten nuestra fé", dijo Daniel Pozo, terciario franciscano, quien aseguró seguir con esta tradición hasta que sea la voluntad de Dios.
José Angel Montiel, de la tercera orden franciscana, recalcó que este año pide a Jesús que libre al mundo de toda pandemia y blasfemia.
Los inicios de la devoción
Chinandega fue la pionera de esta actividad religiosa, que fue promovida con la llegada de los frailes franciscanos en el año 1923.
Según el periodista e historiador, Ricardo Delgago Ramos, la idea de salir a las calles con Jesús en la Eucaristía, pudo haber surgido al año siguiente.
"Una particularidad de esta actividad es el inicio de un triduo de charlas que los religiosos dedican para ser impartidas a varones los días 29,30 y 31 de diciembre. Estas charlas aún se realizan en el templo”, asegura el historiador.
"El municipio de Corinto y León, continuaron esta tradición en los años 50 y luego se comenzó a expandir por otros departamentos del país", recalcó Delgado Ramos.
Ataque a la iglesia en los 80, cambio giro de la procesión
En los años 80, durante el primer período del gobierno sandinista, se realizaron diversos ataques a la iglesia católica. En las calles chinandeganas se vivieron momentos de tensión cuando turbas sandinistas salían a protestar y atacaban a los devotos, que en ese momento eran sólo hombres los que participaban en la procesión. Aquí nace la idea de Fray Serafín Hernández en darle un giro a la celebración y lanzó el mensaje que en la procesión participarían todas las familias. Esto ocurrió en 1984 y desde ese año Jesús Sacramentado es acompañado por hombres y mujeres de todas las edades, consolidando aún más esta tradición.