La sentencia para ambos ciudadanos se dictó la tarde de ayer viernes21 de mayo, así lo informó el periodista Lésber Quintero a través de su sitio web.
Ambos ciudadanos admitieron el pasado 18 de mayo los hechos antes de enfrentarse a un juicio oral y público en los juzgados de Chinandega, donde estaban siendo procesados por el delito de asesinato agravado en perjuicio de Lala, q.e.p.d.
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La sentencia condenatoria por admisión de hechos la emitió a las 1: 35 de la tarde de ayer, la juez Rosa Velia Vaca Cardoza, titular del juzgado de Distrito Penal de Juicio de Chinandega, quien indicó que, por tratarse de un asesinato agravado, se debía imponer la pena de prisión perpetua revisable.
Pastrana conocido como Piche y Mondragón, deberán cumplir la condena en el sistema penitenciario de Chinandega, pero por tratarse de una cadena perpetua revisable, la judicial les dejó a salvo la posibilidad de obtener una libertad condicional una vez que hayan cumplido los 30 años de efectiva prisión, pero además deberán demostrar buena conducta en el Sistema Penitenciario y contar con un “pronóstico individualizado y favorable de reinserción social”, señala la sentencia condenatoria.
Pastrana y Mondragón fueron acusados en audiencia preliminar celebrada el 6 de marzo como coautores del horrendo crimen de Lala, a la cual lazaron y ataron a la albarda de un caballo para arrastrarla por un trayecto de 400 metros, pero además le propinaron punta pies y le dejaron caer piedras en su rostro y otras partes del cuerpo.
Lala, se encontraba a las dos de la madrugada ingiriendo licor en la terminal de buses de El Guasaule a la comunidad La Ceiba, del municipio de Somotillo, en compañía de los hombres que minutos después se convertirían en sus asesinos.
Según la denuncia presentada por la fiscalía, los tres se retiraron del lugar en un caballo. El primero en subir al equino fue Bernardo Arístides Pastrana y luego siguió Lala y por último Jorge Luis Mondragón.
Como se dieron los hechos
Los tres cabalgaban sobre el camino que conduce a la comunidad La Ceiba, pero a cien metros de la terminal, los acusados empezaron a discutir con la víctima y luego se bajaron del caballo.
Según la acusación al bajar del equino, la discusión continuó y con el ánimo de privarle la vida Mondragón utilizó un mecate que estaba amarrado a la albarda del caballo para lazar del cuello a Lala.
Posteriormente se subió al caballo y lo hizo galopar para arrastrar a la víctima por un trayecto de cien metros, y detrás corría Pastrana sin detener la barbarie.
Tras detener la marcha del caballo, Mondragón aprovechó que la víctima quedó tirada en el suelo, golpeada y amarrada del cuello, para lanzarle punta pies y dejarle caer piedras sobre su cabeza y el rostro.
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En ese instante intervino Pastrana para quitarle a la víctima el mecate del cuello y sujetarlo del pie derecho, para después subir al caballo y arrastrarlo nuevamente otro 300 metro en dirección sur, sobre el camino que conduce a La Ceiba.
Tras detener el galope del caballo, los dos acusados procedieron a ocultar el cuerpo de la víctima ya que según la fiscalía lo trasladaron con sus propias manos a un predio montoso que se localiza a 110 metros en dirección oeste de donde se detuvieron con el caballo.
En dicho lugar Mondragón nuevamente le dejó caer varias piedras en diferentes partes del cuerpo y producto de las brutales agresiones la víctima falleció aproximadamente a las 4 de la madrugada por hemorragia intracraneal masiva, mas fractura occipital, trauma craneoencefálico y politraumatismo.
Información: Periodista Lesber Quintero
