“Cuba”, como todo el mundo lo conoce, es padre de tres niñas, una de ella con capacidades diferentes, por lo que usa pañales y toma leches especiales.
Él conversó con Stereo Romance y compartió que cuando comenzó la pandemia estaba con temor, “porque lastimosamente el segundo afectado a nivel nacional fue un estilista y, a raíz de eso, el gremio fue afectado, porque a las barberías llega todo tipo de personas, pero yo opté por cambiar la metodología de trabajo y empecé a trabajar por citas, sin embargo, al hacerlo por cita, poca gente hacía cita y venía al negocio”.
Al tener pocas citas, “Cuba” cerró la barbería en el primer mes de pandemia, “porque tengo una abuelita de casi 80 años, mi mamá es una señora de la tercera edad, tengo hijas y el negocio está en mi casa, así que me daba temor que la gente viniera a mi casa”.
Sin embargo, los gastos del hogar seguían siendo los mismos, así que hace dos semanas volvió a abrir normalmente el local, aunque afirma que “ya estaba golpeado, porque el cliente que se rasuraba una vez a la semana ahora viene una vez al mes”.
Después de analizar el panorama del negocio, Estrada Pérez pensó en realizar un “trueque” de alimentos por corte de cabello.
Es una forma de apoyar a quienes invirtieron su dinero en comida
“La idea nace de la misma demanda del cliente, porque algunos me llamaban y me decían Cuba, fíjate que no tengo para la rasurada, pero aquí tengo tres desodorante, ¿los cambiamos? En el transcurso había gente que me decía hermano, tengo una botella de aceite, ¿te sirve? ¿ Me podés rasurar?”, comentó el joven barbero.
El jueves inició la campaña y asegura que comprobó que está con el método correcto, puesto que llegaron muchos señores que viven lejos de su barrio y le dijeron que habían visto la publicación en Facebook y le preguntaron si era cierto.
“Un señor me dijo que tenía 2 meses sin trabajo y que necesitaba rasurarse, pero no tenía en efectivo. Me dijo que revisara si estaba bien con lo que había llevado en la bolsa, pero le dije que no importaba, que yo lo iba a rasurar por lo que me llevó, que no se preocupara y que lo iba a hacer con mucho amor, porque estoy para ayudarnos ambos”, aportó.
El barbero asegura que los clientes han respondido muy bien a su iniciativa, porque “la gente invirtió en comida, gastó su dinero en comida porque siempre están previendo para poder resolver aunque sea con arroz y frijoles. Muchos están sin trabajo y tienen comida, así que pagan con eso”.
“La verdad es que yo necesito el dinero, pero ciertamente lo que voy a comprar con ese dinero es comida, así que me quité la pena y lo publiqué y nunca pensé que se viralizaría, no lo hice con la intensión de que me regalaran, sino también para apoyar a mi clientes y ha sido bien aceptado”, concluyó el barbero.