El testimonio del joven caraceño es parte de lo que se refleja en el informe “Volviendo a ser humano” elaborado por el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca+ y presentado la mañana de este martes 11 de diciembre en Costa Rica.
Fui sometido a inhalación forzada de polvo blanco desconocido, que (me) causó ardor y estornudos con sensación de plenitud y desaparición del dolor; 15 minutos después me suministraron una tableta color blanca pequeña que me causó debilidad, decaimiento, sueño, mareos; veinte minutos después iniciaron el interrogatorio preguntándome: que dónde estaba lo que les había robado del zonal” relato el caraceño
Carapace víctima de tortura
Además de acuerdo con sus declaraciones fue víctima de fuertes golpizas torturas y violaciones en reiteradas ocasiones
“La persona estuvo encapuchada y amarrado: Me siguieron golpeando, me desmayaron varias veces. Perdí la noción del tiempo por completo, me amarraron con manos hacia atrás y siguieron golpeándome, se metieron tres sujetos que nunca los identifiqué por estar con una capucha en la cabeza. Como estaba amarrado, ellos me pusieron contra una mesa y comenzaron a violarme, terminó uno y luego el otro, y como yo no me dejaba. Comenzaron a golpearme nuevamente, perdí el conocimiento, me levanté y me miré sin pantalón, me volvieron a golpear, ya no me podía ni mover, (no precisó días) regresaron y vuelven a violarme. También me asfixiaban en un balde de agua con el objetivo que dijera donde estaba (en referencia a un supuesto robo del zonal de Jinotepe) se lee en el informe.
Las torturas contra los presos políticos en las cárceles de Nicaragua son un delito establecido en las leyes nacionales e internacionales, que se comete todos los días en el país desde que son detenidos ilegalmente los participantes de las protestas civiles.
El secretario general de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, manifestó que la tortura es un crimen establecido en la Constitución Política de Nicaragua y en el Código Penal vigente, pero también explicó que particularmente la tortura de parte de los funcionarios del sistema penitenciario es un abuso de autoridad, contemplado en el Código Penal.
Desde que comenzaron las detenciones ilegales por participar en las protestas civiles, lo presos políticos han denunciado golpizas, agresiones verbales, maltrato psicológico, humillaciones, aislamiento, violaciones, torturas y condiciones insalubres en la cárcel.