A pesar del esfuerzo de las autoridades con el servicio sanitario en el parque central, cualquier recoveco es bueno para salir de apuro.Lugares como las aceras y contornos del antiguo hotel Jinotepe, la casa San Pablo y el Centro de Convenciones, la plaza Santiago, Banpro, el antiguo instituto Alejandro García Vado, el viejo mercado municipal y la casa del obrero, entre muchos otros, son focos de insalubridad, sin que el Silais, o Ministerio de Salud, mueva un solo dedo y la Alcaldía intervenga.
Eso no es todo
A lo anterior hay que sumar los contornos de la parroquia Santiago.Campea por estos sitios la inmundicia, pero lo más desagradable, sin dudas, es la fetidez por los excrementos al aire libre y las orinadas.
Lo peor, la grave contaminación por la disminución de coliformes, o heces fecales cuando se calcinan y el viento lanzan contra los negocios cercanos.Para citar un solo caso, mencionaremos la casa del obrero, o CST, a pesar de ser un edificio bajo la tutela de la alcaldía municipal, ante la falta de un vigilante permanente, los picados y gente sobria llegan a defecarse al pie de las jardineras.
En los contornos donde la tufarada es insoportable, pegado hay una comidería, al frente una sorbetería, una rosticería y en la esquina este, un restaurante.
Posiblemente los residuos alcancen también las comiderias colocadas en las ferias de fines de semana y hasta las improvisadas ventas de alimentos en el parque central, pues allí están próximos los focos de contaminación del Banpro, la parroquia y la casa del obrero, mientras que las ventas de pan, atol, queso y tortillas, entre otras, en el antiguo centro de Jinotepe, igual están expuestas y los alimentos posiblemente contaminados.
El Ministerio de Salud, que debe aplicar con dureza el Código Sanitario en apoyo a la Alcaldía de Jinotepe, desatiende exhortaciones como la de Mundo de Noticias y la comuna, tampoco ofrece respuesta a este otro grave problema crónico de la ciudad.
Periodista:Alberto Cano Esteban