Entre los principales perjuicios que han enfrentado por la presencia de dichos establecimientos se encuentran el ruido por el alto volumen de la música, la presencia de vehículos circulando a las dos de la mañana, clientes en estado de ebriedad que vomitan, orinan en las paredes de las casas y provocan riñas.
Herty Cortés dueño del bar “Black Lounge”, el cual tiene tres días de prestar sus servicios a la ciudadanía manifestó que el funcionamiento de su bar se basa en las regulaciones que le establecieron cuando le otorgaron el permiso. “Me dieron el permiso y estoy trabajando conforme a las obras que me autorizaron, no estoy abusando nada, absolutamente de lo que la gente diga” expresó Cortés. Asimismo, agregó, que en su negocio no ha habido altercados, y que el horario establecido es de domingo a jueves de 10 de la mañana a 12 de la madrugada, viernes y sábado le permitieron trabajar de 12 del medio día a 2 de la madrugada.
En dicho perímetro funcionan bares como “Tequila´s”, En ese sentido, en la denuncia escrita, exponen la necesidad de regulación de aperturas de de bares por parte de las autoridades, considerando que es un derecho establecido en la normativa jurídica en el articulo 534 el cual plantea la perturbación a causa del ruido y el articulo 537 el cual aborda la temática del escandalo público en el código penal de Nicaragua