Esta celebridad hasta hace poco tiempo, se le vio trabajar esforzadamente vendiendo raspaditas y lotería, por las calles de la ciudad, principalmente en el parque central, donde a pesar de sus achaques por sus múltiples padecimientos, se ganaba la vida dignamente.
La cubana, pertenecio a la estirpe de las Vega, su mamá, la "Chavela", fue el eslabón de las cantinas que por herencia siguieron sus hijas, Marta y Socorro.