Era común en Jinotepe ver al joven con un termo anaranjado donde ofrecía sus refrescos apetecidos por los jinotepinos, el joven cebdía de forma ambulante y su forma amable de ser se ganó rápido el cariño de sus clientes.
Allan, era casado con la joven, María José Arias, con la que procreó un hijo quién ahora queda en la orfandad tras el lamentable deceso de Rosales.
Su funeral será esta mañana y se esperan detalles de su muerte en breve. La noticia de la muerte del joven ha conmocionado muchos jinotepinos que lamentan su partida.
De acuerdo con el medio Radio Ya, Rosales habitaba en el barrio Los Rincones, de Masatepe, y durante un año se dedicó a la venta de refrescos en las calles de Jinotepe, presuntamente la muerte de un hermano lo sumió en una profunda depresión.
Información de Mundo de Noticias.