Al viajar sobre la carretera Panamericana Sur, para cualquier caraceño o turista llama la atención los cuadros de pinturas coloridas atados en cada poste de luz, ubicados propiamente en el lugar conocido como “La Moka”.
Se trata de un taller de pintura donde al menos 25 jóvenes entre carpinteros y pintores a diario se dan a la tarea de crear cuadros con imágenes totalmente imaginativas y otros salen a las calles a vender.
Según el joven Fabián Alexander González, el taller original se encuentra en Tipitapa, municipio de Managua, pero han buscado la manera de extender el emprendimiento hacia varios departamentos del país, siendo uno de éstos la ciudad de Jinotepe, Carazo.
“El taller se llama Píter, está en Tipitapa, allí nosotros nos hemos reunido para pintar cuadros con nuestras propias manos y con nuestra imaginación, otros se hacen por encargo. Aquí yo ingresé como carpintero, pero al paso del tiempo aprendí el arte de pintar, solamente viendo a los demás pintores, escogimos esta ciudad porque miramos que podíamos tener éxito y así ha sido”, expresó González.
Según el joven pintor, el departamento de Carazo ha sido para él uno de los mejores escenarios para la comercialización de los cuadros, así como un ejemplo para otros jóvenes que quieren aprender o emprender un negocio a través de sus pinturas.
“A diario se logran vender uno, dos o hasta cinco cuadros, eso va en dependencia de cómo esté el día. Las personas pasan por la carretera y son atraídas por los cuadros pintorescos que como estrategia de ventas los ubicamos en un tramo de media cuadra sobre la carretera, amarrados a los postes de luz. Yo me siento a estarlos cuidando y gracias a Dios hemos tenido buena aceptación”, alegó González mientras admiraba una de su más reciente obra.
Precios accesibles
Fabián Alexander González tiene 22 años y tres de ejercer su carrera como pintor. Se moviliza por varios municipios del país con el fin de vender los cuadros que se elaboran en el taller, que a la semana pueden ser unos 250 cuadros pintados.
González asegura que el precio de un cuadro de tamaño estándar que mide aproximadamente treinta por cuarenta pulgadas, tiene un valor de cuarenta dólares. Los modulares de cinco piezas de 1.20 x 2.20 metros cuestan cien dólares y los más pequeños, pero también de cinco piezas, se cotizan en setenta dólares.
Los cuadros están hechos con pintura acrílica, base de madera y lienzo de tela, lo que le da un toque especial y llamativo a los cuadros. Hay desde paisajes, frutas, rostros reconocidos de famosos hasta los bailes tradicionales de la ciudad de Jinotepe y Diriamba.
Para Fabián ha sido una bendición el haber aprendido el arte de la pintura, ya que a su corta edad le ha permitido ganarse la vida honradamente y ser ejemplo para otros jóvenes que aún no tienen definido un oficio o profesión.