La familia que ha confirmado su deceso dio gracias a Dios por su Misericordia, pues en medio del pesar que causa su partida, ha dejado de sufrir y al fin verá el rostro de su creador.
La exoficial, Dávila Espinoza, estuvo casi un mes batallando por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Escuela Regional Santiago de Jinotepe y a pesar del esfuerzo y la capacidad de los médicos fue imposible arrancarla de los brazos de la muerte.
Dávila Espinoza, 31 años, en la Policía Nacional y ocupó distintas responsabilidades, como: Oficial de Información y Análisis, estuvo en Tránsito departamental y en la especialidad de Seguridad Pública.
Recientemente se había jubilado y en la vida civil trabajó hasta su muerte como secretaria Política del Frente Sandinista, en el barrio San José, número dos.
Ella deja a su hijo Reynerio José Robleto Núñez, hermanos, sobrinos y números amigos que hoy lamentan su partida.
Cabe destacar, que hace apenas unos días el comisionado, Luis Davila, su hermano, también murió y ahora la familia sufre este nuevo y duro golpe.