El tercer viernes de cuaresma persiste en el tiempo como una de las peregrinaciones más inéditas de Nicaragua y a decenas de romeros que llegan de Nandaime, Granada, Rivas y Masaya.
Precisamente fue un grupo de promesantes de este departamento los primeros en llegar la tarde de este jueves 4 de marzo al Santuario.
La historia recuerda que los antiguos pobladores del departamento de Carazo y de los pueblos vecinos llegaban a pie y en carretas sorteando las dificultades hasta llegar al trono del Cristo, una de las cuatro imágenes de color que existen en Nicaragua.
El resto han sido veneradas en Tipitapa, El Sauce, León y Masatepe, departamento de Masaya.
De Esquipulas de La Conquista, se recogen testimonios y leyendas hermosas como las desgarradoras promesas de los que llegaban de rodillas hasta el altar completamente ensangrentados y los muertos que se iban debiendo promesas y llegaban a confesarse y luego desaparecían.
La víspera del tercer viernes era de fiesta y desenfreno con los tocadiscos y roconolas de "Nicolás Burra" que fueron desplazadas por los conjuntos y discomóviles y últimamente las ferias y espectáculos culturales que organiza el gobierno y que este año fueron suspendidas por el luto que viven los católicos por la muerte de su párroco el padre Modesto López Calero.
En los contornos del parque central ahora remodelado y modernizado los vendedores de reliquias y frutas de la época como nísperos y caimitos, junto a los chinamos, ruletas, tororabones, la barrera y estancos donde servían el guaro lija y la Santa Cecilia con la poderosa sopa de "Chotes", complementaban el jolgorio en lo que se conocía como la plaza municipal.
Y mientras muchos pagaban promesas, otros se regresaban en los ríos del pueblo para aquellos años los más caudalosos de Carazo de los que sólo recuerdos van quedando y sólo se resiste a morir la famosa Pilita del Señor, donde según la leyenda apareció el Cristo Negro y cuyas aguas según la creencia tienen poderes curativos.
Información de: Mundo de Noticias