A las 12:30 minutos del mediodía de este domingo, 10 de enero, se dio la tradicional bajada de la imagen de San Sebastián, patrono de Diriamba, para dar por iniciadas las fiestas de la ciudad.
Debido a la pandemia del Covid-19, la iglesia decidió limitar el número de personas que entraron al templo, con el objetivo de que se pudiera mantener la distancia social recomendada por la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo, afuera del templo los fieles devotos del santo mártir de la iglesia católica se hicieron presentes y pudieron vivir la eucaristía gracias a qué dispusieron de sonido y pantallas para que desde afuera pudieran vivir toda la eucaristía.
Las campanas sonaron al finalizar la misa. Los cohetes empezaron a reventar y la música de viento a resonar en el templo, dónde los Viva San Sebastián se oían a todo pulmón.
Los fieles devotos que no lograron entrar a la basílica estaban en el atrio y en el parque central de la ciudad, dónde se resguardaban del sol.
Sin procesiones
En la celebración eucarística participaron el alcalde de la ciudad, Fernando Baltodano, y representantes de la policía Nacional, entre ellos el comisionado Pedro Argueta.
Este año, la iglesia católica dispuso no celebrar procesiones ni el tradicional tope en el que la imagen de San Sebastián se encontraba con San Marcos y Santiago en la iglesia de Dolores.
Después de bajar de su nicho a la imagen, el cabildo Real de San Sebastián paseó al santo en todo el templo y finalmente lo expusieron en un altar en la entrada de su basílica, para que los devotos que estaban afuera pudieran venerarlo.
Según el protocolo diseñado por el padre César Castillo, párroco de la Basílica Menor de San Sebastián, y el Consejo Parroquial, junto a las autoridades municipales, el santo no saldrá este año de su templo, para evitar el contagio del Covid-19, pues las procesiones diriambinas son de las más concurridas del país.
Para entrar al templo y permanecer adentro es obligatorio el uso de mascarilla y el personal de apoyo de la iglesia aplica alcohol en diferentes momentos de la celebración eucarística.
