Tuta falleció a los 59 años, por complicaciones en su salud, en el hospital regional Santiago, de Jinotepe, tras permanecer 9 días luchando por su vida. A pesar de su popularidad, para muchos es desconocido el porqué de su sobrenombre TUTA.
Este medio de comunicación visitó a los familiares de este pintoresco personaje, con quienes sostuvimos una plática amena y su madre conto un poco de su historia.
Sus honras fúnebres iban acompañadas de cientos de caraceños, entre ellos indigentes y alcohólicos que lo custodiaron hasta su última morada, pues hizo bastantes amistades.
Rechazaba los vicios, su pasión era visitar las instalaciones, donde se encuentran los alcohólicos anónimos para aconsejar a quienes asistían ahí y continuaran por el buen camino.
Siempre hizo mandados
“Cuando se encontraba algún picado le decía oe andá a los alcohólicos anónimos, yo no bebo y voy a los alcohólicos anónimos, una persona bien alegre”, indico María Martínez, quien es la responsable de los alcohólicos anónimos
Otro dato interesante es que a pesar de sus problemas mentales que tenía, trabajó por mucho tiempo en la panadería de doña Nila Zamora, panadería San Antonio (ya no existe), en la cual realizaba todo tipo de mandados y siempre entregaba buenas cuentas, jamás se equivocó en las compras o perdió dinero.
“Reconocido yo creo que no hay alguien que no recuerde a Tuta en estos momentos, verdad, porque él andaba por todos lados, una persona con una discapacidad, pero su discapacidad no fue una limitante para que el pudiera actuar y relacionarse socialmente”, manifestó su hermana María Auxiliadora Morales