Los gritos eran desgarradores, por lo que los vecinos del barrio Roberto Clemente, de Casa de Tejas, una cuadra al sur, se percataron de que se había incrustado la varilla de metal en su brazo derecho.
El hecho que generó nerviosismo a los vecinos del lugar se dio en horas de la noche de este lunes, 03 de agosto.
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Algunos testigos manifestaron que el menor siempre llega a jugar con otros niños en ese lugar y los mismos vecinos acudieron a ayudarlo.
La única opción, para no provocar un dolor más intenso en el pequeño, era cortar el pedazo de hierro de la verja, para llevarlo hacia el hospital, donde sería intervenido quirúrgicamente por médicos que se encontraban de turno en esos momentos.
El niño por costumbre sube a muros y verjas
Algunos pobladores de la zona indicaron que el niño vive en el barrio conocido como El Hoyo, en Diriamba, y sube a los muros de las casas, toca los timbres y ya en reiteradas ocasiones le han llamado la atención, sin embargo, hace caso omiso.
Por su parte, doña Natalia Hernández se quejó porque todas las noches aparece un grupo de niños a tocar el timbre, se suben a las varillas y señala que cuando le pone queja a las madres, “se molestan con uno, esto es todos los días”, sostuvo la propietaria de la vivienda donde ocurrió el hecho.
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“Nosotros le estábamos diciendo que se bajara de allí desde hace rato, pero no hizo caso, anda un grupo grande de niños y los padres brillan por su ausencia”, declaró un joven.
Afortunadamente, el menor de edad se encuentra estable y fuera de peligro, sin embargo, desde este medio de comunicación se hace el llamado a los padres a mantener mayor vigilancia sobre los pequeños, para evitar este tipo de tragedias, puesto que se pueden prevenir siempre y cuando los padres estén pendientes y aunque es imposible impedirles que jueguen, siempre deben estar bajo la vigilancia.