Doña Chepita Román, tradicionalista de Santiago Apóstol, durante más de 68 años, dice que el fervor religioso lo heredó de su abuelo, el jinotepino Víctor Vargas.
Ella manifestó su tristeza al ver que este 2020 las fiestas patronales se cancelaron en su totalidad, por la pandemia del Covid-19, pues cada 25 de julio abría las puertas de su hogar al santo patrono.
“Desde que tenía unos 10 años comencé a participar en los topes con mis abuelitos, ellos participaban con la caballería de Santiago y mi abuelito me montaba adelante. Ahí fui conociendo todo lo de Santiago y me fui enamorando”, manifestó doña Chepita.
A Santiago le ha servido siendo parte del comité por más de 21 años, hoy ya son más de 7 décadas sirviéndole de diversas maneras al santo, por ello, a doña Chepita le causa nostalgia saber que este año no podrá recibir al patrono.
“En mi caso personal me hace sentir triste saber que hemos tenido estas limitaciones, el 2018 no fue posible, el 2019 se logró hacer, sin embargo, este año nadie lo esperaba que iba a ver esta triste pandemia y eso no solo es en Nicaragua, sino en el mundo entero, sin embargo, tenemos el gran entusiasmo, ese fervor, esa devoción”, declaró.
Doña Chepita comenta que ha tenido 17 cirugías, de las cuales ha salido con éxito, ya que, a sus 78 años de edad, se declara una mujer llena de vida, alegre y fuerte, pues manifiesta que ha puesto en las manos del creador sus dolencias, aflicciones y le pide a Santiago Apóstol que interceda por su salud.
Añoranzas
Cada vez que sale de viaje, porque tiene doble nacionalidad, nicaragüense y estadounidense, en su maleta lleva algo relativo a Santiago.
“Yo llevo cosas a los Estados Unidos y nunca me quitan nada porque ahí en medio siempre llevo una capita de Santiago”, nos comenta.
Este es el segundo año que las fiestas patronales son canceladas, la primera vez sería en el 2018, cuando Nicaragua enfrentaba una crisis política, y este año porque el país y el mundo entero se enfrentan al Covid-19.
Este año hará falta ver aquellos bailes tradicionales donde los caraceños se desbordan de creatividad y entusiasmo, no habrá tiradera de pólvora, las marimbas callarán y no se verá el gentío recorriendo las calles de Jinotepe, junto con el santo.
“Es triste saber que mucha gente estaba esperando julio, estaba esperando el 24, estaba esperando el 25, ..., sin embargo, estamos confiando en que él está intercediendo por nosotros para que en Jinotepe, Nicaragua y el mundo entero cese esta mortandad, porque ha sido demasiado sufrimiento”, culminó Chepita Román