La joven emprendedora señala que desde pequeña se abrió paso en el mundo del comercio, porqué siempre le ha gustado vender.
Narváez recuerda que antes de cancelarle su contrato, en el medio de comunicación, estaba siendo víctima de hostigamiento por parte de grupos afines al gobierno, aunque asegura que ella se limitaba a hacer su trabajo.
Al verse sin empleo decidió darse un tiempo con su familia y en ese momento su mamá ideó el negocio que hoy les permite sustentar sus hogares.
“La idea fue de mi mamá, al vernos que necesitábamos trabajar y como a ella le encanta cocinar empezamos el negocio a ofrecer desayunos tradicionales y almuerzo delivery”, compartió
Asimismo, la joven emprendió por cuenta propia la elaboración de nacatamales, siempre en el local de su mamá, que se ubica en una de las calles del mercado municipal de Diriamba.
“Comencé a hacer nacatamales todos los miércoles, con 50 unidades, mi suegra me enseñó, desde hace varios años, y eso ayudó. Elegí el miércoles, porque ese día fue como una táctica desafiando lo tradicional, pues se ofrecen en Nicaragua los fines de semanas, y aquí el cliente lo puede degustar un día común a tan solo 35 córdobas, pero ya el jueves ya no tengo nada, de los 150 que ahora hago, en vista que mi clientela ha aumentado, gracias a Dios, a pesar de que es difícil empezar a emprender con pequeños negocios y pocos recursos.
Deliciosos nacatamales
En el negocio que lleva por nombre Comidería y refresquería “Vilma la Masayita”, también funciona el pequeño negocio de Tania como Nacatamales “La Masayita”, en honor a su abuela. Ahí trabajan su hermana, su mamá y ella, además, emplean a otra muchacha, puesto que se requiere de manos que trabajen de la misma forma.
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Además, las personas de la zona de Casares pueden probar los riquísimos nacatamales, porque su papá, don Ricardo López, llegar a traer 70 unidades todos los jueves por la mañana, la mayoría son por encargos.
Por su parte, doña Lorena le da un toque especial a los sabrosos desayunos y almuerzos que ofrece de lunes a domingo, los que prepara de forma inmediata para el cliente.
“Aquí se hace una variación de comidas durante la semana. Por ejemplo, se ofrece los sábados sopa de mondongo y el siguiente fin de semana, es de albóndigas, y los domingos baho. La mayoría levantamos pedidos desde días antes, para saber cuántos clientes vamos a contar. Mis dos hijas de dedican a entregarla en el centro del Mercado y yo me encargo de atender al cliente que viene al negocio, variando los alimentos con precio de 35 a 40 córdobas, dependiendo”, manifestó doña Lorena Narváez.
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Para doña Lorena Narváez, el mejor regalo que le dio la vida es volver a abrazar y encontrarse con todos sus hijos, pues vivió durante 16 años en Estados Unidos y cuando Nicaragua iniciaba la crisis política de abril del 2018 decidió regresar.
Contacto
Para hacer sus encargos de los deliciosos nacatamales o de los suculentos platillos preparados por estas mujeres trabajadoras, puede escribir al Facebook de Gaby Narváez y con gusto le atenderán como se lo merece.
