Doña Eva cuenta que aquel día, en horas de la mañana, José Manuel llegó a despedirse de ella, esa sería la última vez que lo ver, pues querer una Nicaragua libre le costó la vida.
“Aquel 8 de julio, fatídico 8 de julio, aquí creo que nadie va a olvidarlo, porque desde que empezó a salir el sol, nosotros fuimos embestidos por las ráfagas y lo único que yo recuerdo es que todavía en horas tempranas de la mañana miré a mi hijo y prácticamente llegó a despedirse, porque a las siete de la mañana todavía yo lo vi, y sabía, presentía lo que iba a pasar, lo único que me queda ese 8 de julio es devastador, se despidió de mí , me abrazó , me pidió la bendición”, comenta doña Eva, con la voz pausada por el dolor que le causa revivir aquel amargo recuerdo.
Se enteró, a través de redes sociales, en horas de la tarde del 8 de julio, que su hijo había caído, que había sido asesinado cruelmente, supo que suplicó por su vida, sin embargo, no hubo piedad, su agresor tuvo el tiempo de tomar una fotografía, una foto de Chema, con su cuerpo ensangrentado y sobre el pavimento, imagen que circulaba en Facebook y desde ese momento doña Eva perdió todas las fuerzas, pues le habían quitado parte de su vida.
Al siguiente día, tuvo que ir a retirar el cuerpo de su hijo en Medicina Legal en Managua.
Ese día, en Carazo cortaron la energía eléctrica en su totalidad, el internet de Claro no tenía señal, aquel ocho de julio todo estaba premeditado, aquella sí era una operación limpieza, que barrió los sueños y las esperanzas de ver una Nicaragua libre, que dejó luto y dolor, calles desoladas, manchadas con sangre de inocentes que solo exigían un cambio de gobierno.
“Yo insistí todo el día en comunicarme con él, lamentablemente no pude y la noticia se dio a conocer en redes sociales porque el perpetrador, la personas que lo asesinó se tomó el tiempo de tomarle fotos y subirlas a las redes sociales, de esa manera nos dimos cuenta de que mi hijo ya estaba muerto, para mí es doloroso recordar todo esto, siento una impotencia tan grande al saber que su asesino está suelto y aún no hemos podido lograr justicia, pero sé y tengo la esperanza en el señor de que nuestra fuerza, nuestro dolor, se va a acabar pronto, porque Dios nos dará la victoria”, insistió.
No tuvo una vela, no tuvo una cristiana sepultura a como su madre Eva deseaba, pues es un héroe, sin embargo, no bastó le bastó al régimen haberlo asesinado, pues vivió constante asedio y amenazas durante su entierro. Anhelan justicia Su madre lo describe como un chavalo trabajador, respetuoso, de igual manera, para los jinotepinos que lo conocían es difícil olvidar a aquel chavalo popular, que siempre llevaba una sonrisa en su rostro, el de los tatuajes coloridos, el que usaba la gorra para atrás, que te saludaba de una manera tan alegre.
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Asociación de Madres de Abril
Doña Eva pertenece a la asociación Madres de Abril, la cual fue creada con el objetivo de unir y representar a las madres y familiares de las personas asesinadas por la represión estatal en Nicaragua a partir del 2018.
Esta madre, no ha podido llevar su luto en paz, pues la tumba donde descansan los restos de José Manuel Campos ha sido objeto de profanación en reiteradas ocasiones por personas afines al gobierno el pasado 20 de julio de 2019, familiares encontraron su tumba vandalizada, su bóveda apareció manchada con consignas del oficialismo e insultos a su memoria.
Posteriormente, Eva Ruth Campos, un sábado 30 de octubre, sintió la necesidad de visitar la tumba donde están los restos de su hijo, esta vez la encontró manchada con aceite negro y las flores que un día antes había ido a depositar, estaban tiradas en el suelo.
Doña Eva no pierde las esperanzas de que algún día pueda alzar la voz y ser escuchada, y anhela tanto por lo que lucharon todos aquellos jóvenes asesinados por querer “Una Nicaragua libre”. A dos años de su muerte, aun no hay nadie que esté pagando por su asesinato. Chema Campos, descansa en Paz.
