El delito salió a la luz cuando se descubrió que Pérez Gómez había engañado a la abuela del menor, pidiéndole que le prestara al niño para solicitar limosna en el pueblo, fingiendo ser ciego. Sin embargo, en lugar de cumplir con esta supuesta intención, Pérez Gómez llevó al menor a una quebrada cercana, donde lo violó.
Este no fue un incidente aislado. En marzo de este año, el individuo volvió a prestar al niño y lo condujo nuevamente al mismo lugar, donde perpetró otro acto de abuso sexual contra él.
La situación tomó un giro inesperado cuando se descubrió que un niño habitante del área donde ocurrieron los abusos había grabado el horrendo acto con su teléfono celular. Este material crucial se convirtió en una pieza fundamental para el caso, proporcionando pruebas irrefutables que llevaron a la condena de Pérez Gómez.
La jueza especializada en violencia de los tribunales de Boaco, dio un veredicto contundente, sentenciando a Pérez Gómez a 25 años de prisión por el delito de violación. La condena finalizará el 27 de marzo del año 2048.