A pesar de los intentos por salvarle la vida, al infante los golpes y lesiones que le causó la pesada rama resultaron letales, llevando consternación y tristeza a su familia.
La lamentable tragedia se dio en el barrio San Miguel, en el municipio de Boaco, cuando el menor jugaba a orillas de un río debajo del árbol.
Aparentemente, la rama cae porque estaba seca y las lluvias la dejaron expuesta a caer con mayor facilidad.
Al menor lo trasladaron al hospital José Nieborowski, de Boaco, donde horas después murió.
Los bomberos de la localidad apoyaron para realizar el trasladado del cuerpo del menor, pues habitaba en una zona de difícil acceso, donde tenían que pasar por un río, el cual se encontraba con caudal abundante por las constantes lluvias ocurridas en Nicaragua, provocadas por el huracán Iota.
El pequeño cursaba el tercer nivel de educación inicial en la escuela ubicada en el barrio San Miguel, de Boaco, y era hijo del teniente Oscar Membreño, quien presta servicios en la delegación policial de la ciudad.
Hecho similar
Siempre desde este medio de comunicación hacemos el llamado a prestar atención al lugar donde juegan los infantes, es mejor que en estos momentos en que el país vive momentos de vulnerabilidad por los fenómenos naturales, jueguen cerca de los hogares, bajo techo y la supervisión de un adulto, con el fin de evitar tragedias.
Un hecho similar ocurrió el pasado mes de marzo, cuando la niña de iniciales B.M.D.B., de 12 años de edad, murió al caerle la rama de un árbol de aguacate sobre su humanidad, en la comunidad El Castillo, localizada en el municipio de Esquípulas, en el departamento de Matagalpa.
“Yo escuché los gritos de mi hija y salí a socorrerla, pero se me murió cuando la llevábamos al hospital” , dijo doña Ana Blanco madre de la pequeña.