Dichas figuras Propagaron “las buenas nuevas” y lo hicieron con férrea valentía e inquebrantable convicción, aun cuando ese acto tan osado significase el costo de sus vidas. Referente a ´Pedro, Jesús dijo: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Con estas palabras, Simón Pedro pasó a ser “la roca”. Eso significa que el quedaba como columna vertebral del ministerio empezado por el revolucionario Jesús.
En cuanto a Pablo, quien fuese Saulo de Tarso, el perseguidor, el cazador, de los cristianos, con estatus social alto, renunció todos sus privilegios de ciudadano romano, por seguir al hombre que murió y ascendió a los cielos como parte del plan de redención.
“Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo” Filipense 3:8
Para pablo, el sacrificio valía la pena.
Como consecuencia después de su transformación, se convirtió en uno de los apostales que inspiran a los creyentes, por medio de su legado, entre ellos sus escritos.
Tanto Pedro como Pablo, son hombres que resaltan el verdadero vivir cristiano, que es en amor, Iban a las personas que todos menospreciaban, también caminaban su difícil trayecto en fe, pero sobre todo guiados por el Espíritu Santo. En ese sentido, eclesiásticamente se reconoce su memorable labor.