La información la hicieron pública en las redes sociales de la parroquia y según lo expuesto en el comunicado, mientras el sacerdote oficiaba la eucaristía, los presentes vieron que una mujer se estaba comportando de forma extraña y luego se dirigió hacia la custodia del Santísimo y posteriormente abandonó el templo.
«Al ver que las personas no dejaban solo el lugar, la persona abandonó nuestra parroquia. Luego de esto, nos dimos cuenta que al finalizar la santa misa, la persona tomó de la credencia la llave del tabernáculo, llevándose las llaves al retirarse del templo», se puede leer en la nota de prensa que circuló la iglesia.
Cuando las personas que prestan sus servicios en la iglesia se dieron cuenta que la mujer se robó las lleves, se lo informaron al sacerdote Alexander Ruiz, quien siguió a la mujer y le pidió que devolviera las llaves del Sagrario, pero ella le respondió de forma agresiva, lo insultó y le tiró una gaseosa.
Sin embargo, después de toda esa respuesta, el joven sacerdote pudo recuperar las llaves de la custodia del Santísimo.
«Agradecemos a quienes por ningún momento dejaron a solas a la persona, evitando así una profanación al Cuerpo de Cristo. Cuidemos siempre nuestras parroquias y al Santísimo Sacramento», dice el comunicado.
Ataques en 2020
De esta manera, la iglesia católica de Nicaragua inicia el 2021 con un ataque, sin olvidar que el año anterior vivió una serie de profanaciones de templos y capillas que incluso llevaron a un hombre a escribir con su propia sangre el 666 en la pared de una capilla.
No obstante, sin lugar a dudas, el incidente que más golpeó a los católicos nicaragüenses es el atentado que quemó la centenaria imagen de la Sangre de Cristo, venerada en la Catedral Metropolitana de Managua.