En la grabación, el hombre describe lo que él vio y oyó, pues estaba en un avión en la misma zona y pudo escuchar la conversación entre el piloto de LAMIA y la torre de control del aeropuerto de Ríonegro, cerca de Medellín, en el departamento de Antioquia.
Avianca le confirmó a CNN que quien habla en ese audio es un copiloto de su compañía de nombre Juan Sebastián Upegui y que efectivamente estaba en la zona.
En la narración, Upegui, quien no está hablando con los medios pues su testimonio forma parte de la investigación del siniestro, relata que junto al vuelo de la aerolínea boliviana había otras aeronaves llegando al aeropuerto.
Uno de ellos, de la aerolínea Viva Colombia, tenía una emergencia. El vuelo de LAMIA reportó problemas de combustible, pero según Upegui "no declaró emergencia".
Según relata el copiloto, la controladora en la torre del aeropuerto le dijo que en la pista ya estaba aterrizando otro avión de emergencia, que tenía prioridad. Upegui relata que luego vio pasar el avión de LAMIA a alta velocidad.
“Cuando empezó a bajar, sí se declaró en emergencia... Empezó a decir que tenía falla total eléctrica y pidió vectores para proceder a la pista... Ayuda,vectores para proceder a la pista, repitió”, dice el funcionario en la grabación.
Luego cuenta los que habrían sido los instantes finales del trágico vuelo
“Me acuerdo que estaba en la mesa haciendo fuerza diciendo ‘¡hágale, hágale, lleguen, lleguen, lleguen!’, y el piloto gritaba ‘¡vectores!’... y ahí se paró la cosa. Y la controladora... ‘¡tatata, responda, tatata responda!, y se le quebró la voz y se puso super mal, nosotros nos pusimos a llorar en el avión”.
La grabación da cuenta de lo que vio Upegui, y no de las circunstancias comprobadas del accidente, pero su relato apoya una hipótesis del siniestro que se ha barajado en las horas siguientes: que le vuelo de LAMIA se habría quedado sin combustible.
