El superintendente de la Asamblea de Dios, pastor Rafael Arista revelo su profunda molestia en un comunicado en el que regaña a los medios de comunicación aduciendo que no se debe generalizar ni acusar a la iglesia por los hechos ocurridos en la comunidad El Cortezal, en el municipio de Rosita, donde fue quemada Vilma Trujillo en un ritual para expulsar demonios.
En el comunicado publicado en las redes sociales, por Arista señala que “quien afirme que quemar vivo a un ser humano por revelación divina para exorcizar los demonios , falta no solo a la verdad, sino manifiesta una ignorancia de las Sagradas Escrituras”.
El religioso pide a los periodistas que no falten “a su alto deber ético y profesional”,, pues según él, “quienes pretenden generalizar estos actos repudiables” lo que realmente hacen es manifestar “prejuicios anti-evangélicos y una agenda reñida con los principios de la práctica del periodismo”.
Aunque el comunicado habla de respeto el postea y acusa a otras religiones de ser causante de desastres tal como cita el mensaje: " "SEMANA MAYOR SEMANA MAYOR ""
Estaba pensando en que es mayor está semana, y he llega do a una conclusión, es mayor en los siguiente : accidentes de tránsito, choques de vehículos, ahogados, atropellados, bacanales, venta de licor, consumo de drogas, adulterios, fornicaciones, madres llorando por la pérdida de sus hijos, destrucción de matrimonios, asesinatos, encarcelados. Más trabajo para la cruz roja, para la policía, hospitales. Producto de una pérdida de los valores del cristianismo, por la práctica de una religión que enseña tradiciones paganas, como evangélicos ¿nos sumaremos a este gran mal del paganismo? Oremos por nuestra patria, específicamente por esta "Semana Santa"
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Según la iglesia católica la semana es: Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.
Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.
La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.
