Al momento de esta cobertura, los perjudicados estaban interrumpiendo la circulación de los transportistas por periodos de 10 minutos y amenazaban con que no se retirarían hasta que se presente el delegado de Enacal.
Andrea Barrasa, una de las afectadas, pidió a las autoridades competentes la pronta reparación del pozo, que se estima abastece del vital líquido a más de 2,000 personas que habitan entre el kilómetro 58 ½ y los balnearios de La Boquita y Casares.
De momento los pobladores reciben agua de camiones cisternas, pero no de forma constante, por lo que también piden que mientras se resuelve el problema, las pipas lleguen todos los días.
De acuerdo con los pobladores, el agua del río La Trinidad, de donde se abastecían para el consumo del hogar, está totalmente contaminado por heces fecales de animales y humanos; además los pozos privados que hay en algunas viviendas no están emanando agua debido al poco caudal del mismo.
Informacion de El Nuevo Diario.