Vélez Díaz se desempeñaba como supervisor de proyectos de bodegas de una empresa de salud y extrañamente llegó al lugar en horas de la madrugada en el vehículo Kia color negro, placas M 193-926, que dejó estacionado cerca del portón e ingresó a pie.
Vigilantes del lugar dijeron que minutos después de que Vélez Díaz entró, escucharon una detonación, y al ir a ver, lo encontraron boca arriba tendido en un charco de sangre, al fondo del terreno cerca de la maquinaria que se utilizará para construir unas bodegas.
La Policía está investigando si se trató de un suicidio, ya que el revólver calibre 38 corto con que se realizó la detonación estaba debajo de su cuerpo. El cadáver del infortunado hombre fue trasladado por forenses al Instituto de Medicina Legal.