Aguantó fuertes dolores y sangrado, y finalizó en el hospital de Rivas porque en la Clínica Médica Previsional no le dieron la debida atención
“Gracias a Dios estoy con vida y contando el cuento”, es el inicio del relato del calvario que vivió Jerling Isayana Umaña Sánchez por la mala atención médica. Esta joven trabajadora se dio cuenta que estaba embarazada el 26 de marzo, una semana después comenzó a sentir dolores y el 3 de abril, le inició un sangrado, y fue a la Clínica Médica Previsional (CMP).
Indicó que cuando ingresó a emergencias la inyectaron, le hicieron una prueba de embarazo y la enviaron a sacar cita a Radiología, para un ultrasonido que lo programaron para el 11 de abril. La joven acudió a la cita del ultrasonido y los resultados los remitieron a la doctora que la atendía. “Me atendió la doctora y me dijo que había perdido a mi bebé en un sangrado, le pedí antibióticos y ella me dijo que para qué, que no era necesario, pero que al final me lo iba a dar (el antibiótico) y que no era necesario hacerme la limpieza, seguí con mis dolores”, comentó.
Agregó que buscó atención en un médico privado, quien le hizo un ultrasonido y observó que el bebé había fallecido. La galeno le recomendó ir a la CMP para que le practicaran un legrado. Según Umaña los que le hicieron el procedimiento se guiaron con el ultrasonido que llevó, y luego la enviaron a su casa, sin realizarle más exámenes.
La joven siguió con los dolores y el sangrando, por lo que el tres de mayo, decidió ir al Hospital Gaspar García Laviana de Rivas, donde luego de realizarle varios exámenes y ultrasonido, le dijeron que tenía otro bebé fallecido en su vientre por lo que le programaron una cirugía de inmediato y le extrajeron el segundo feto fallecido, además le hicieron una limpieza interna, le extrajeron el ovario izquierdo y le tuvieron que cortar las trompas de falopio.
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Información de: Ramón Villarreal
